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lunes, 12 de febrero de 2024

Los Goya 2024: momentos vergonzosos 1


        En la gala de los premios del cine español que siempre acaba siendo polémica por una u otra razón ha habido de todo como en botica, pero algunas cosas han sido especialmente loables y otras especialmente lamentables. Hoy toca una que me molestó y mucho. Desgraciadamente vino de los Javis, cabezas creadoras actuales, guste o no la obra que están desarrollando, puntualizo esto para que no se piense ni que tengo prejuicios ni que niego sus méritos. Se ha criticado el vestuario que llevaron, algo hay que criticar. ¿Qué no es el que yo hubiera elegido? Cierto ¿Qué fue en exceso y sin necesidad provocador para las mentes bien pensantes del reino? Cierto pero a las mentes bien pensantes les hace falta estas cosas para poder escandalizarse a gusto y para ponerles los pies en la tierra. La gala más que correctamente presentada por ellos no merece críticas en ese aspecto y ahora viene lo que me pareció inapropiado y, por no caer en lo que están cayendo todos los medios, me fastidió y mucho. La condición sexual es algo que solo debería importar al individuo y nada mejor que vivirla con libertad y alegría sea cual sea, pero en reiteradas ocasiones los Javis hablaron en femenino sobre sí mismos y sobre el colectivo gay masculino y femenino. Aparte de que lo correcto según la gramática española al referirse a colectivos que abarcan elementos de ambos géneros se use el masculino ya que ahora es absurda y políticamente correcto usar ambos géneros no veo por qué hay que referirse a dicho colectivo como “nosotras”. Un hombre homosexual es un hombre a menos que quiera ser mujer, cosa que no es así en la mayoría de los homosexuales, por lo menos en lo que yo conozco y trato. ¿Para reivindicar su condición y exigir sus derechos han de renunciar a su masculinidad? Voy a autocorregirme, no son “sus derechos”. Los derechos y reivindicaciones justas cada colectivo son los derechos de todos. Nadie puede quedar al margen, aunque lo hacen, de, por ejemplo, las reivindicaciones de discapacitados, por la simple razón de que ellos si tienen suerte con los años lo serán y, si no la tienen, lo serán antes o estarán muertos. Lo mismo se puede aplicar a todos, mañana no se va a ser mujer, homosexual o de otra raza pero si lo son tu madre, tus hermanas y tus hijas, tus hijos, o ese señor tan majo que te salva la vida o te la hace más cómoda cuando estás enfermo, pongo por caso. No se quiere que a los tuyos se les trate injustamente, no quieres que se castigue al diferente sólo por serlo. Por tanto, las reivindicaciones de cada uno son las de todos. En cualquier caso, quienes nacemos con atributos masculinos no debemos avergonzarnos de ello, como parece que se está poniendo de moda, ni usar por defecto un femenino. Si un Manolo quiere que le llamen Manolita, ancha es Castilla, Manolita y con la cara “levantá” y la cabeza muy alta. Sin embargo, al Pedro que le gusta Juan, pongo por caso, y no por eso se siente mujer no se le puede por que sí meter en el “nosotras”.

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