Vistas de página en total

lunes, 30 de septiembre de 2013

Confesiones de un chico Almodóvar


-La verdad es que mirando este laberinto de pasiones que es la vida, enclaustrado, como todos, en la piel que habito no puedo dejar de preguntarme ¿Qué he hecho yo para merecer esto? Y por mucho que hable con ella, que no es una de esas mujeres al borde de un ataque de nervios, de Pepi, Lucy, Boom y otras chicas del montón, al fin y al cabo todos los amantes acaban siendo pasajeros, sigo entre tinieblas, sometido a la ley del deseo, rodeado de abrazos rotos y callando la flor de mi secreto que no es otro que poder decir “átame”. Seguro que esto me viene de la mala educación que recibí y de saber todo sobre mi madre, algo que siempre resulta matador para la psique de uno. Sea lo que sea echo de menos hacer volver a Kika y sus tacones lejanos.

6 comentarios: