Camps recurre aquí al tradicional tema de la vendimia a la manera modernista y tal. Con este mes acabamos el calendario de Gaspar Camps que nos ha acompañado mes a mes estos últimos doce. No ha sido mala compañia
Septiembre siempre parece que incita a iniciar cosas nuevas, cambios, especialmente a quienes están o hemos estados vinculados al mundo de la docencia. En visión de conjunto no me cabe más que decir que uno acaba harto de escuchar día a día no ya maldades, crímenes y demás sino sobre todo y por encima de todo tonterías. Prácticamente no se escucha o lee en un medio algo que no sea una solemne estupidez. Es como si la plaga zombie ya hubiera llegado y succionara los cerebros dejándoles su lozanía habitual. Declaraciones como las de la nueva campeona de padington ¿es así? (enhorabuena ¿eh?) son de una estupidez de un calibre difícil de apreciar. No dudo de sus capacidades pero cada sílaba era una gilipollez. Una lección aprendida de lavado de cerebro para deportistas. Pero dejemos en paz a la pobre chica que al fin y al cabo es una recién llegada a este mundillo. Ayer Rajoy me hizo dudar con su discursito habitual y triunfalista -como los del otro gallego- si es que vivía con la Reina de Corazones en el País de las Maravillas, se metía algo, o sencillamente se había visto afectado por la plaga zombie. Conste que a mí personalmente Rajoy me cae bien -personalmente- pero no tolero su ideología en absoluto, pero dejemos al presi que al fin y al cabo tampoco se dirigía a unos premios nobel que digamos. Por que lo más espantoso es que esa plaga de la tontería se ha extendido por todo el ámbito social y no se escucha a nadie que haya usado el cerebro antes de decir o hacer algo. En fin, a lo mejor al que le han succionado el cerebro los zombies es a mí y yo sin darme cuenta.
Personalmente me doy cuenta de que he de iniciar una nueva etapa aparcando cosas, he empezado demasiados proyectos y las fuerzas no me dan para más. El caso es que son viejos proyectos que van muy avanzados, y que de puro viejos forman parte de mí. Algo ha de quedarse atrás pero no sé qué exactamente lo que me inquieta notablemente pero hoy no es buen día tampoco para juzgar, mañana tengo visita al médico y eso siempre me altera y hace perder la perspectiva. Bueno, el caso es que en veinte días llega el otoño, la estación más bella del año con sus huesos de santo, sus castañas y, si hay suerte, su lluvia tranquila.
Cuando llegue septiembre todo será maravilloso.... decía la letra de la canción, entre otras muchas tonterías.
ResponderEliminarLa lírica es lo que tiene.
EliminarDebo estar haciendome muy mayor, pues ya Septiembre no me pone hecho unos zorros emocionalmente. Acabará gustandome si vivo para contarlo.
ResponderEliminarPara mi septiembre siempre fue una nueva fase y por tanto una nueva oportunidad, ahora ya no.
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