Salomé obra española de mediados del XV
Inicio hoy una serie que considero sumamente interesante aunque puede que sea por deformación profesional.
Desde tiempo inmemorial el sexo femenino tiene una extraña tendencia -según los textos y las leyendas generalmente perpetuados por sistemas patriarcales- de las mujeres por cortarnos cosas. En el mejor de los casos, el pelo, caso Dalila, y en el peor, el pescuezo, casos Salomé, Judith y alguna más que no se me viene a la cabeza ahora. En otro momento hablaremos del simbolismo de todo esto hoy me interesa más ver como concretamente el tema de Salomé es quizás el que más ha perdurado a lo largo de la historia, eso sí, coin diversas lecturas y resaltando uno u otro aspecto de la historia de la princesa Saloimé. La obra que vemos hoy es una muy puritana versión de la "danza de los siete velos", no es tan inocente pues la princesa, delante de Herodes y sus invitados, lleva un instrumento musical semejante a un violín, que en cualquier caso no sólo evoca las curvas femeninas sino que iconográficamente los instrumentos musicales suelen aludir a la lujuria. Según vayamos avanzando en la histiría veremos como la visión del tema va evolucionando hasta alejarse casi totalmente del ámbito religioso. Siendo quizás uno de los temas iconográficos más perdurable de la imaginería cristiana, adentrándose hasta el s. XX cuando alcanza una especie de estallido de supernova, para apagarse después del primer cuarto del siglo.
Si pienso en Salomé, vienen a mi mente las dos versiones de la ópera que he conocido. Una a cargo de Montse Caballé que exigía una gran imaginación para pillar la carga erótica y otra muy explícita que transcurría en la cámara acorazada de un casino de Las Vegas. En el peplum cinematográfico recuerdo haber visto alguna mas "ortodoxa". La Salomé de Oscar Wilde también ha dado para mas de una peli pero recuerdo una muda muy especial.
ResponderEliminarUn abrazo
Para todo eso y para mucho más, Salomé es un producto de la cultura de larguisimo recorrido, como pretendo ir mostrando.
ResponderEliminar