
El temporal emotivo-icónico sigue azotando mi alma de museo. He encontrado estas postales que, como continuación de la entrada de ayer no me he resistido a poner aquí.

A quienes conocen la ciudad quizás les sobrecojan los cambios, ¿deterioros quizás?



A quienes no conozcan la ciudad verán el auténtico espíritu de la misma por que, por muchos rascacielos que hagan, por muy "modelnos" que nos pongamos, Madrid tiene un fondo popular en el sentido de humilde, casi cutre, que siempre reaparece.


Ese mismo fondo popular que hace que en medio del cogollo central con millones de personas pasando a diario en cuanto de dejes ver con cierta regularidad seas conocido, te saluden y hasta te pregunten en los bares ¿Lo de siempre? Aunque sólo hayas entrado tres días en tres meses.

Sí Madrid nos mata. Madrid, como decía Galdós, es mucho Madrid para estar en la esquina de Gobernación sin capa (para los más jóvenes: Gobernación es la casa de Correos, en la Puerta del Sol, sede de la Autonomía)
jaj preciosas postales, cari... y son tuyas? Qué tiempos, eh.. ni un coche se ve. Y que mania con cambiar todo, mira que solo con ese bodrio que le han puesto... y ahora van a por el Paseo del Prado...
ResponderEliminarTerrible. Bezos.
Tu lo has dicho, Thiago, como los carroñeros: ahora van por el Paseo del Prado.
ResponderEliminarHola Joaquinitopez.. que precioso es Madrid y a veces que insoportable, siempre lleno de obras y al final, como Sol o la Plaza Castilla quedan como unos zorros.
ResponderEliminarEstos son los gustos de este Alcalde, una pena..Un saludote de buenas noches.
Qué maravilla de fotos. Aquí no puedo opinar mucho porque nunca he vivido en Madrid, ya quisiera yo, pero desde luego que vaya cantidad de destrozos se han hecho. Y suma y sigue. Os acompaño en el sentimiento.
ResponderEliminarUn besote.
Bolovega: lo triste es que dependamos de unos "gustos" (concedámosles el beneficio de la duda) de unos u otros alcaldes. Quizás el mayor hechizo de Madrid sea esa mezcla de acogedor y hostil que engancha, ya lo creo que engancha. Un beso.
ResponderEliminarTheodore: vivir en Madrid es un vivir sin vivir en uno. El número de destrozos que se han hecho es infinito, casi perverso, así que agradezco tus condolencias y sí te digo que, a pesar de que lo intentan con verdadera saña, la ciudad sobrevive a su propia destrucción. Eso sí, a sus ciudadanos nos tiene agotaitos. Un abrazo
Gracias por visitarme a todos.