Antes de mi reclusión en playa levantina durante ese montón de años iba a otras playas, más al sur, a casa de una abundante familia amiga nuestra. Era yo muy crío y ya desde entonces gustaba de la compañía de las mujeres mucho mayores que yo, concretamente diez años mayores que yo, 17 ellas, calculad yo. Eran dos, una era una belleza de bronce un poco pánfila pero adorable, la otra una cascarrabias encantadora, lista como una ardilla, se llevaban a matar, como todos los primos que en el mundo son y han sido. El caso es que me las apañaba para liarlas a jugar con la baraja que tantos recordamos y que va teniendo un cierto protagonismo en este blog. A la ardillita encantadora le gustaba especialmente la familia tirolesa.
No siento nostalgia de aquel tiempo pero ellas dos son de las poquísimas personas con las que me gustaría reencontrarme. E. y A. M. para vosotras esta entrada.
Me estoy volviendo loco con esta nueva manera de colocar imágenes. Perdonad el desorden.
La abundante familia era malagueña?
ResponderEliminarNo te preocupes por las imágenes, a veces es un jaleo que salgan bien colocadas. Los abuelos han quedado muy bien así juntitos.
Un besote.
Yo también recuerdo esas cartas...je,je... que tiempos!!!! no puedes localizarlas? a lo mejor a ellas tb les gustaría saber de tí...
ResponderEliminarbesos
Ut
El padre tirolés se anticipó algo a la moda bigotuda que hizo estragos en los ambientes gay o pregay y que tuvo su culminación con McLoud, me parece..
ResponderEliminarPara la Madre no tengo palabras. Sé que era mi favorita, junto con la Árabe y la India.
Un saludo playero
Theodore: me gustaría que leyeras esto aunque sé que ya es entrada vieja sencillamente por que ...sí, era malagueña la familia aunque el cabeza de la misma era cordobés. ¿Como lo has detectado?
ResponderEliminarUt: no, he perdido todos los contactos que habia por que se han ido muriendo. Estoy seguro de que ellas también me recuerdan con cariño.
Justo: Tom de Finlandia estaba ya en pleno auge o sea que... Con respecto a las madres, la una por fina, la otra por misteriosa y la India por sexy no tenían desperdicio.
Un abrazo