Al margen de lo del aroma a neoliberalismo que es repugnantemente real quisiera decir algunas cosillas sobre la limpieza en Madrid.
A ver por donde empiezo. Yo vivo junto a Madrid Río y hay que ver como reluce, ni un papel, ni una hoja, nada. Hoy por hoy es la joya de la corona de los que mandan, no sé si será por eso o por que esos trabajos los haga otra empresa que no esté en huelga el caso es que da gloria de verlo. Si se baja uno del paseo en cuestión no se nota demasiado la huelga, nunca está muy limpio y ahora mismo mi calle parece más bien que los que estén de huelga sean quienes recogen cartones que los basureros.
Curiosamente si uno coge calle Segovia arriba, hacia el centro de la ciudad la suciedad aumenta, evidentemente se han volcado contenedores etc. Pero lo cierto es que tampoco a pie de calle se nota tanto. La verdad es que la zona centro nunca se limpia mucho, digan lo que digan los próceres del consistorio. Claro es que falta gente y sé que es así por que tengo la costumbre de saludar a los barrenderos y demás trabajadores de la ciudad que habitualmente suelen ser invisibles para el ciudadano y a veces se charla un rato. Ninguno me ha dicho que falta gente pero sí las zonas que les tocan. Son, o eran cuando me lo contaron, directamente inabarcables para una sola persona. Ahora quieren reducir personal, y bastante, pero es que estamos en el paraíso de las subcontratas y del lavado de manos. Además de que cada ciudadano cree que él es el único con derecho a hacer huelga, con lo cual todas pierden fuerza. Si el barrendero no apoya las de sanidad, las de sanidad no apoyan las de educación, y éstas no apoyan las de limpieza resulta que: ninguna tiene fuerza en la calle cuando curiosamente las tres afectan a toda la población madrileña o no.
En la Manifestación por la Diversidad (Discapacitados varios) sólo vamos los discapacitados, por no ir no van ni las familias -padres con hijos pequeños sí, desde luego-. Tanto que ya nos han desviado por calles que no son visibles. No se trata de "solidaridad", se trata de que mañana serás viejo y discapacitado y necesitarás eliminación de barreras, se trata de mañana tendrás un accidente y tendrás que pelear para que te mantengan tu trabajo, se trata de que tu hijo, tu sobrino (Dios o quien corresponda no permita que nazca ni uno más) nacerá con algún problema y querrás que lleve la vida digna que nos quitaron y que están volviendo a quitarnos, que tenga tratamientos adecuados aunque no vivas en la Moraleja o en el Barrio Salamanca. Ni siquiera nos miran y este año, por primera vez en televisión se han emitido imágenes de la manifestación.
Esos ciuadadanos que protestan por que la ciudad está un poquito más sucia de lo habitual quieren que todo el mundo se levante en armas para que a ellos en su trabajo les suban el sueldo -seguro que tienen razón al pedirlo- pero no moverán un dedo por apoyar la sanidad salvo para montar grescas en los ambulatorios y hospitales a quienes defienden sin medios la sanidad que ellos quieren disfrutar pero no defender. Quieren tener colegios donde mandar a sus hijos (o aparcar, según se mire) pero no harán nada para evitar que esos colegios se deterioren en todos los sentidos.
Así, con este panorama, ¿quien puede tomarse en serio a la ciudadanía cuando brama como cochino en matanza por unos cuantos contenedores volcados, por muy reprobable que sea?
Interesante reflexión, y comparto tu opinión. No suele ocurrir, por desgracia, que la gente, de cualquier condición, haga ejercicio de empatía y vea los problemas de una parte de la sociedad como de toda la sociedad. Incluso hay quienes miran con cierta burla, como en el caso de los ancianos jubilados que se manifiestan por la sanidad o por el robo de sus ahorros, de los que algunos dicen al verlos: "Mira, los yayoflautas". Ya la palabra en sí me parece soez. Y en lo de la basura habrá gente que piensa que los trabajadores aprovechan el impacto de su huelga para pedir privilegios. Mucho me temo que esta huelga va para largo, Joaquín, porque los neoliberales no tienen alma y no dan jamás su brazo a torcer. Aunque espero equivocarme. Un abrazo, compañero.
ResponderEliminarVerdades como puños, tiempos estos que nos toca vivir, o dormir. Un abrazo solidario.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras y apoyo
EliminarUN abrazo
De golpe y porrazo un estado cubierto de dramas tremendo se ha quedado, como siempre, anonadado ante la huelga de los servicios de basuras de Madrid, todo lo demás ha desaparecido. Juro que cada vez entiendo menos a las gentes que viven aquí y hacen de esto una cuestión de estado.
ResponderEliminarEs la prensa y, recordemos, la Sra de Aznar. te garantizo que la ciudadanía hemos vivido menos dramáticamente esta huelga, entre otras cosas por que mayoritariamente estába de su parte y, además, el frío ha impedido los tan cacareados olores, al menos en las zonas que yo he recorrido (Latina, Centro, parte de Carabanchel y Aluche, vamos zonas representativas) Además se quiiere usar como excusa para acabar con el derecho a la huelga como ya han dejado claro las dos ....señoras, por no decir otra cosa, jefazas del partido en Madrid.
EliminarUn abrazo
El asunto de la empatía es mutuo y cuando vayan por ellos, que irán, tampoco estaremos los demás.
ResponderEliminarLa huelga ha cumplido sus objetivos: primero distraer, segundo dar una excusa para recortar el derecho a la huelga, tercero demostrar que las instituciones son las primeras en saltarse sus propias leyes, finalmente han conseguido mermar derechos y que encima queden contentos. Es aquello que si te amenazan con una paliza y sólo te llevas dos tortas, te crees que has ganado, pero te han calzado dos tortas como dos panes.
Un abrazo