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viernes, 5 de enero de 2018

ENERO

No descubro nada diciendo que enero viene de Jano, el dios bifronte de los romanos, mira al pasado y al futuro. En abstracto muy bien pero ¿Qué pasado tenemos y que futuro nos espera a la vuelta de la esquina? Hay una imagen o dicho japonés que habla de quienes caminan sobre la cola del tigre. Pues eso estamos haciendo como país, como especie y como "concierto de las naciones" que se decía cuando se usaban palabras. Viene a ser la situación como aquel otro dicho "de derrota en derrota hasta la victoria final". . Traduciendo que es gerundio, de despropósito en despropósito hasta el caos final.
Casi me dan ganas de comparar la evolución del todo esto con las imágenes que me sirven de almanaque para las entradas de cada mes. Ayer vi la portada del Vogue actual, demasiado parecida a la de todas las demás. La que encabeza esta entrada es del año 26. Puede que la foto del Vogue de hoy sea magnífica pero como tantas otras, sí, desde luego se ve mejor papel pero nada más: un bello rostro de mujer, retocado, y que se parece a cientos de bellos rostros de mujer retocados que pueblan cualquiera de las imágenes de los medios. O sea: nada.
Ante este abismo nos encontramos, un paso más y... nada
Enumerar los desastres que se nos vienen irremediablemente encima sería fácil pero casi interminable conteo. Ni siquiera sabría cual de todos ellos elegir como ejemplo. Sin embargo, elijo uno de los mas abstractos: la estupidez de protestar como colectivo contra cualquier cosa y la consiguiente estupidez de que se le responda, haciendo el cado gordo a los unos y los otros (la cabalgata de reyes de Vallecas es el último ejemplo que yo conozca)
El hecho de prestar tanta atención demuestra -aparte de la manipulación- la esencia de rebaño que tiene el bicho humano que entra al trapo, a cualquier trapo, con una facilidad pasmosa. Desde el "está mejorando la situación económica " sin poner detrás el "¿para quien? a que no estamos a un paso, pero muy cortito de un enfrentamiento nuclear con dos posibles epicentros: Jerusalén y Corea. O las cosas cambian -y pronto- o el Apocalipsis o el Acabose o el "hasta aquí hemos llegado" está a la vuelta de la esquina, quizás pasado mañana, o esta tarde. Quizás ahora mismo se esté tomando la decisión que acabe con todos nosotros. Lo que ya empieza a ser un elogio para un político es que sólo se le llame ladrón; de loco para arriba empieza a parecerse a lo que son. Hay un tema pictórico, creo recordar: el barco de los locos, que evidentemente no va a ninguna parte. Y en ese barco vamos  todos.
Os deseo un feliz Año 18 o, por lo menos que le sobrevivamos.

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