Hoy
voy a empezar por descubrir la pólvora: enero viene de Jano, el dios bifronte.
Esto es: el que mira al pasado y al futuro, después de tan sesuda reflexión he
de tomarme unas cuantas horas de descanso. A veces empiezo por obviedades
deliberadamente (confieso que otras no, que lo hago por ignorancia o pasmo)
este es uno de esos casos. A menudo entendemos, queremos entender estos
siniestros días de enero como eso, invierno, rebajas (antes había una cuesta,
parece que con las tarjetas de crédito ahora no), la depresión post navideña,
que es justo la que viene después de la navideña que a su vez sigue a la
ansiedad prenavideña y a la frustración de la lotería, frío, más frío, aires polares,
vacaciones parlamentarias (aunque creo que eso pasó a la historia hará un par
de años), naranjas, mandarinas y lo mejor de todo: siempre hay de qué hablar. “Que
frío”, “Pues dicen que mañana va a ser peor”, “Desde luego ayer no noté tanto”,
“Así estamos, con los huesos machacados”, más obviedades a las que añadir las
típicas anécdotas de “Pues en el año tal el río se heló” o aquella real como la
vida misma que me ocurrió con una de mis alumnas de más de noventa años y hace
ya unos cuantos. Llegamos todos, o sea, todas y yo, quejándonos del frío –un invierno
de estos contundentes- y María, la alumna, nos dejó más fríos aun cuando nos
dijo “¿Frío? Como se nota que no estuvieron en Cuenca en el año 18”. Ante lo
cual, como un solo hombre todos cambiamos de tema.
Pero
este año no debería enero relacionarse con el dios bifronte, que mira al pasado
y al futuro. Sencillamente por que no hay futuro. A lo más que, dadas las
circunstancias mundiales actuales, podemos aspirar a llegar al próximo enero.
Jamás a causa de una panda de incompetentes y teóricos del robo
(neoliberalismo: Margaret Thatcher ad lateres) se ha creado
un caldo de cultivo tan deseable para las ideologías neofascistas,
ultrameganacionalistas, retrógradas y asesinas. Vox, Italia, Yankylandia, la Thatcher
segunda edición, el Zar, el Miniemperador coreano, ¡Brasil!, Evo, Maduro, Japón
rearmándose, China ordenando al ejercito estar en estado de máxima alerta y
seguro que se me queda algún país que creíamos civilizado que haya caído en las
garras de esos movimientos. Y enfrente ¿Quién? Papanatas que venden a millones
de personas por pillar poder a cualquier precio (la ley violencia de género y
la de memoria histórica, por poner dos ejemplos andaluces) y que dicen ser “demócratas
y constitucionalistas” (ellos siempre han entendido “democracia entre los de
nuestra clase y cuerda”). Papanatas pretendidamente de izquierdas que, a
falta no sé si de ideas o directamente
de cerebro sacan a relucir ideas que tienen casi cien años y cuyos resultados
son bastante siniestros. Papanatas que no saben pa donde tirar o como decían
antes “si coger criada o ponerse a servir” Medios de comunicación/incomunicación
no sólo vendidos sino cada vez más opresores en sí mismo, el caso de Trumbl es
más que evidente, y si eso lo hacen con la carne ¿Qué no nos estarán
escamoteando? Y unas masas aborregadas, empobrecidas, xenófobas (todos los
pueblos lo son pero mientras no hay problemas se contienen, en cuanto aparecen
la culpa es del judío, del negro africano (eso de subshariano es tan ridículo:
islam y Africa Negra y con la cabeza alta, cojones ya de ser políticamente
correcto), del rumano o del gitano. De diferente que tengan más cerca. Masas
sin futuro o con el futuro de tener que guardar la vajilla de los abuelos por
que no van a poder comprar otra (en pocos años si hay más años será así, no lo dudéis)
que no van a poder mantener las pensiones por que no pueden mantener hijos que
renueven la población, masas que desoyen, pasan o incluso atacan a grupos que
se atreven a levantar la voz para exigir no ya más derechos, sino que no se les
quiten los obtenidos con tantos años de esfuerzo histórico, tener un horario y
un salario que les permita subsistir, que no es el caso actual.
Ni siquiera cuando tuvimos a dos
enfermos de Alzheimer en el poder, Reagan y la Thatcher, ni con el guapito de
cara y la crisis de los misiles cubanos, nunca desde Hitler/Musolini/ Hirohito/Franco/Tito/Stalin/el
Emperador de Etiopía, hemos estado tan cerca del desastre. Del desastre final,
por supuesto. En los pequeños desastres de hambrunas, crisis humanitarias,
empobrecimiento cultural general, control del pensamiento único, lucha contra
las vacunas (mala puñalada trapera les den a esa gentuza) etc ya estamos
sumidos desde hace tiempo.
¡Alegría y Feliz Año Nuevo por
que quizás sea el último!
Ni pienses que estas tan lejos de la verdad. La derecha nacionalista no es un fenomeno aislado (que la vemos de Brasil a los Estados Unidos pasando por las Filipinas) los dictadores de papel derraman sangre. Pero es nuestro deber por lo menos ponerlos en evidencia.
ResponderEliminarLo he dicho completamente en serio. Como muy bien apuntas, lo mínimo es hacerlos visibles para los de las orejeras. Para la inmensa mayoría que usa orejeras.
ResponderEliminarUn abrazo