Válgame Santa Prieta del Puño Cerrado (que dirían las ínclitas Hurtado/Tacañonas)
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lunes, 14 de abril de 2025
Ciencia ficción.
miércoles, 9 de abril de 2025
miércoles, 26 de marzo de 2025
El Manzanares es noticia.
Bien podía haberse titulado esta entra "Anécdotas matritenses" en honor a D. Ramón de Mesoneros Romanos, pues es cierto que esta nuestra ciudad no se es urbe de grandes epopeyas, sobre todo por que nos vendemos mal, sino más bien de pequeñas y castizas anécdotas menores como lo de la "Ballena del Manzanares", el perro Paco o el duende de la Calle Fuencarral. Cierto es que, como el aprendiz de río "que lleva sin ser colegio, vacaciones en verano y solo curso en invierno", a veces, de pascuas a ramos se nos pone bravo y, claro, nos alucina, vecina. Y es que este nuestro río del que tanto se han reído los forasteros ("no hay un río más bueno que el Manzanares pues que nunca en sus aguas se ha ahogado nadie, para evitarlo, para evitarlo, cuando lleva más agua cabe en un jarro", decía la copla), a veces se cabrea, al igual que la ciudad, y cuando el uno o la otra lo hacen suelen ser noticiables. Como aquella pequeña anécdota del dos de mayo, que inspiró tantos poemas y uno en especial cuya adaptación a los nuevos tiempos, abreviada para que no se agoten las neuronas de tener que prestar atención tanto tiempo, me permito recoger aquí:
Oigo, patria, tu aflicción,
y escucho el triste concierto
que forman tocando a muerto,
la campana y el cañón;
sobre tu invicto pendón
miro flotantes ladrones,
y oigo alzarse a otras regiones
en estrofas monetarias,
de la iglesia las plegarias,
y del arte las canciones.
¡Pasta! clamó ante el altar
el sacerdote sin ira;
¡pasta! repitió la lira
con indómito cantar:
¡pasta! gritó al despertar
el pueblo que un mundo aguanta;
y cuando en hispana estepa
a los ancianos mataron,
sólo las tumbas se abrieron
gritando: ¡Venganza y guerra!...
Pequeñas anécdotas que a los madrileños nos gusta recordar y a los extraños ignorar. Nada más. Madrid es eso, rincones y pequeñas anécdotas como nos lo ha vuelto a recordar Isabel III, minucias con mínimos, anecdóticos, daños colaterales.
martes, 18 de marzo de 2025
miércoles, 5 de marzo de 2025
James Harrison
lunes, 3 de marzo de 2025
Carnaval. Edición revisada.
Publicado en 2013 y corregido posteriormente.
MIÉRCOLES
DE CENIZA
Baile
del Círculo de Bellas Artes. Máscara. Miércoles de Ceniza. Cada año el mismo
sueño. Incluso alguno ha llegado a comprar la entrada. El Baile del Círculo,
toda una enseña de la ciudad.
-“Mascarita ¿me
conoces?”
Zapato
de terciopelo azul con hebilla de plata y tacón rojo, media de seda, calzas de
raso azul celeste con lazos blancos, casaca azul cobalto con botones de plata,
chaleco también celeste con botonadura de perlas, camisa con profusión de
encajes desbordando los puños de la casaca, pelucón empolvado, tricornio
cobalto, bastón de plata, un anillo en cada dedo, pañuelo de encaje en la mano,
rostro blanco con un lunar junto a sus labios discretamente enrojecidos, cajita
de rapé. La capa, la majestuosa capa negra de vueltas y forro de raso rojo
abriéndose a su paso y la máscara.
-“Mascarita ¿me
conoces?”
La
máscara plateada, antifaz más bien, con plumas azules abriéndose hacia arriba.
La máscara blanca, de porcelana, con un rameado en oro, veneciana, con ese
aroma siniestro que evoca la peste, con esa mirada más vacía aun al estar
rodeada de materiales nobles, la boca menuda con los labios blancos, sin
sangre. La máscara. Quizás otro antifaz, negro, con ribete de encaje negro y
fingidas pestañas plateadas. La máscara. Tiene el disfraz definido hasta el
último detalle desde hace muchos años, pero la máscara varía, no lo ve claro.
La máscara. Metálica sin boca, como la de la novela de Dumas, sugerir sin
mostrar, desmentir el disfraz. La máscara. Realmente lo único necesario para ir
disfrazado, una buena máscara, la adecuada. Un hombre, una capa y una máscara,
podría cruzar desnudo las calles de la ciudad. Es el disfraz en sí mismo. No
los detalles de la vestimenta. La máscara.
-“Mascarita ¿me
conoces?”
Seguramente
por eso, cada Miércoles de Ceniza guarda en el armario el disfraz
cuidadosamente soñado y las máscaras, todas ellas. Quizás nunca vaya al baile
del Círculo. Teme que, al volver a casa, o la mañana del Miércoles de Ceniza
tener que contestar al quitarse la máscara.
-“Mascarita ¿me
conoces?”
-No.
miércoles, 26 de febrero de 2025
Antonio Muñoz Degrain ya lo pintó
viernes, 21 de febrero de 2025
Reflexiones de un viejo en pelotas 3: La vida [breve]
Veamos. Un adolescente con un padre loco, sin madre, conviviendo con una madrastra que quiere ver muertos a él y a su hermano menor, obligado a casarse con su prima con graves trastornos mentales, cuyo abuelo común es el dueño de la empresa y que, a los pocos meses de casarse se muere a los diecisiete años. ¿Parece el tema de una comedia rockera? ¿Parece un chiste de Lalachus? ¿Un capítulo de Big Bang Theory? ¿Una revista de Lina Morgan o Coslada?. Si no habéis caído estoy hablando de Luis I de España, hijo del obseso sexual y grave enfermo mental Felipe V, hijo de la malograda Luisa Gabriela de Saboya, hijastro de la ambiciosa Isabel de Farnesio, hermano de quien sería Fernando VI, nieto por partida doble de Luis XIV y, por vía ilegítima de madame de Montespan, esposo de Maria Luisa de Orleans y hermanastro de Carlos III.
Sé que no es ni con mucho el más conocido de los monarcas de la casa de Borbón, ni de los más conocidos de la historia de España, pero Luis I, el breve, protagonizó un delicado momento de este reino, no tanto por él, que apenas tuvo tiempo de nada, como por la situación que creó su padre presa de graves trastornos depresivo-obsesivos.
La pregunta es ¿en serio se merece un personaje trágico como este esa mamarrachada de serie? Una comedia poligonera rodada en escenarios de patrimonio nacional. ¿En serio un personaje trágico como ese muchacho, condenado a un destino inapelable, no merecía una serie que mantuviera hacia él un mínimo respeto? Aficionado como soy a las series y películas históricas no he visto jamás ni en las americanas, ni en las inglesas, ni en las francesas, ni siquiera la chapuza impresentable de Ridley Scott con su ofensiva "Napoleón" han sometido a sus reyes ni personajes históricos a burlas tan burdas y barriobajeras como esta. "Farinelli" nos presentaba a un Felipe V enfermo, dejando claro que tenía gravísimos problemas mentales, en ningún momento como objeto de escarnio. Es cierto que es fácil hacer un sainete de cualquier historia, por ejemplo: el orgiástico Enrique VIII follándose to lo que se menea y decapitando a diestro y siniestro, sifilítico perdido y su hija, la reina "virgen" con las mismas nobilísimas costumbres y acobardada ante cualquier decisión, deformada por la viruela etc. Si eso no es tema de un vodevil lleno de sexo, violencia y puertas (un vodevil no es tal si no hay un montón de puertas) que alguien me diga qué lo es. Si el micropene de Napoleón según unos o su megaverga, según otros, su afición a las "damas" y al sexo más bien cochinete con Josefina a la que pedía que no se lavara para ejem, ya sabemos para qué. Su edipo mal curado, su caterva de hermanitos y su afán de coronarlos a todos como quien compra regalos de Navidad para la familia, y hasta su megalomanía en Santa Elena ¿no son dignos de mofa y befa? Claro, esos países respetan su historia. Está claro que no es el caso.
Es cierto que hay en la caricatura de serie un aspecto de crítica o sátira a momentos actuales, pero eso no debería sino acentuar el sentido trágico de un país tan condenado a un destino nefasto como su protagonista, gracias, entre otros, a gente como los emporrados de los autores de la misma (si no van fumados, no me lo explico). Claro que para hacer un trabajo serio en este nivel hay que, diciéndolo a la castiza, "tener cojones". Algo de lo que aquí se suele carecer salvo para apuñalarse por un partido de fútbol o violar en manada. Me explico.
Hacer un trabajo serio a nivel televisivo sobre el reinado de Felipe V implica abordar temas peliagudos pues el ex-duque de Anjou emprendió la loca idea de unificar un reino centrífugo con unas ideas relativamente modernas pero de rabiosa modernidad para esos reinos unificados en la misma cabeza coronada y nada más que venía de un monarca que pasó su vida entre reliquias de santos muertos y exorcismos para intentar mejorar una salud podrida por la casi infinita endogamia, de un sistema doblegado por la Santa Inquisición y por las fuerzas centrífugas inherentes a nuestra condición. Y para afrontar las consecuencias mediáticas y políticas que traería hacen falta eso: cojones.
Un detalle para reflexionar, en pelotas o no: si se tratara con la misma chanza y escarnio a una familia como, pongo por caso, la de Alba, la de Juan March o la de Franco ¿se toleraría? ¿no estarían las "fuerzas vivas" bramando como ciervos en berrea? ¿No sacarían pancartas presentando a sus personajes como Inmaculadas o Santos Mártires? Sinceramente, si yo fuera Felipe VI demandaría a los autores sin temblarme la mano por injurias, calumnias y tergiversación. Afortunadamente el Rey es más sensato que yo por que la que le caería si lo hiciera iba a ser tan salvaje como injustificada.
A nivel ya puramente estético o creativo tampoco hay mucho que salvar. El vestuario, aceptable e incluso brillante, salvo la aberración de presentar a Farinelli como una locaza disfrazada de Drag Queen. Las interpretaciones quizás sea lo que se salva pues defienden sus papeles infames con una cierta dignidad, muy especialmente Javier Gutiérrez con un Felipe V que oscila de lo ridículo a lo trágico como enfermo mental que era, con soltura de actor con mayúscula. Isabel de Farnesio correcta y elegante en su interpretación. El papel de Luis es indefendible y el de su esposa convertida en una lesbiana postmoderna reivindicativa, también, sus intérpretes hacen lo que pueden. Pobres. La música es particularmente infame: rock y en inglés. Se me cae la cara de vergüenza al verlo. El lenguaje, obsceno y barriobajero, el rigor histórico brilla por su ausencia, el tratamiento de los personajes, ofensivo, y la ocasión de dar a conocer a los espectadores no versados un momento de nuestra historia echada al vertedero.
Una última pregunta ¿es éste el respeto que se tiene por nuestra historia?
domingo, 9 de febrero de 2025
Los Goya
He visto algunas, no todas, de las películas nominadas y a fuer de ser sinceros, no termino de entender por que se han nominado. "Volveréis", por ejemplo, nominada en la categoría de mejor actor protagonista, es un sublime ejercicio de pedantería que logró lo que no ha logrado ninguna de los miles de películas que he visto en mi vida: dormirme. Ninguna lo ha conseguido por que a ninguna le he dado tiempo, pero me esforcé en esta por ser cine español y por que Vito Sanz me parece un magnifico actor al que, creo, no le dan suficiente cancha. Insufrible película.
"La habitación de al lado". Almodovariano hasta la médula como soy he de reconocer que últimamente estoy en caída libre en mi admiración hacia el genio manchego. Aparte de que considero alta traición su renuncia al idioma y a la maravillosa galería de actrices que le auparon a ser quien es, la película que devoré ansioso resulta de una frialdad excesiva que, personalmente, me alejó del todo de la historia. Muy lejos de la vida cálida y dolorosa de su cine. Un ejercicio de estilo que, (perdóneme Don Pedro) olía a "caza del óscar". Por mucho que comulgue con las ideas que subyacen implicita y explicitamente me desconectó la lejanía. En ningún momento me arrastró la historia ni nada de la película. Absolutamente nada. "Otra forma de vida" sin embargo, es mucho peor. Para mí es un sinsentido de principio a fin, por eso decía que mi admiración está en caída libre. No voy a discutir ni cuestionar el Goya a guion adaptado, no conozco el texto original, pero sí que como película me resultó decepcionante.
"La casa", nominada también a mejor guion adaptado me pareció una película muy correcta y cercana. Retratando una situación cotidiana y real, humana ante todo, diría que sin más pretensiones que eso: retratar una realidad actual muy viva. Un reparto más que correcto, sin grandes alardes para nadie, sin grandes dramones familiares, una historia de las que nos pueden ocurrir a todos.
En cuanto a la gala me pareció correcta sin destacar por nada en especial, quizás un poco sosa, pero tampoco en exceso. Si que sobraron algunos numeritos musicales. Alejandro Sanz, a mí me sobra siempre. La "cosa" del "Romance sonámbulo" aflamencada y luego añadiendo algo indefinible entre no sé qué y qué sé yo, sencillamente aberrante. Rigoberta Bandini me pareció espléndida. Igualmente me pareció todo un logro que cada vez haya más nombres femeninos entrando con fuerza y no por que crea que la condición femenina sea mejor o peor que la masculina sino por que es de estricta justicia que todo el mundo pueda abrirse paso en todos los campos si tiene talento para ello.
Dos cosas llamaron especialmente mi atención. Una para bien y otra no tanto. La primera es que en muchas de las nominadas y premiadas hay dos, tres , cuatro o más directores. Si es bueno o malo no lo sé pero sí sé que si se pueden hacer cineastas es haciendo cine. La otra es mucho más frívola por mi parte y hasta reconozco que un poco tonta, pero ¡por Dios Bendito esos zapatos!
Los Javis dando la nota con lo de hablar en femenino plural.
La pandilla política de impresentables tos juntos y revueltos "en intimidad obscena" que decía el poemas de "La noche de la iguana" dio el toque gore a la velada.
lunes, 3 de febrero de 2025
Eurovisión
¿Qué es ahora dicho espectáculo? Eso quisiera saber yo.. Visto lo visto. Para empezar lo de "euro" ya es más que cuestionable con países como ¡Australia! o Islandia o Israel, que no son europeos ni de coña. Claro que lo de "canción" tampoco va mucho más afinado. Desde hace unos años hay una serie de requisitos para destacar y triunfar en este evento que poco o nada tienen que ver con términos como "canción", "música" o incluso "idioma", a saber:
Ser hembra. Nada nuevo, siempre fue así.
Lucir mucha chicha, bien de la cantante, o de los coros como los culos de macho que "adornaron" la representación española el año pasado.
Esos dos requisitos implican que las cantantes o los coros sean carnalmente apetitosos o, dicho a lo bestia, que estén buenas/os.
Vestuario: escaso, ceñido, vulgar, brilli-brilli. Como Salomé en el 69 (año 69, viciosos) pero con mal gusto.
Una posición básica: el despatarre. Y no el exquisito del ballet, no, el despatarre más zafio de la estrella porno.
Un debate/polémica sobre la sexualidad de sus intérpretes, que si binario, que si trans, que si patatín con algarrotín, que si patatán con algarrotán. Desde aquel artista que cantó "Viva la diva" con una barba cerrada y un espectacular vestido. Canción tonta, pero justificada, si queremos, por cierta reivindicación hoy añeja, hoy convertida en espectáculo al servicio del sistema.
Puestas en escena: mucho foco, mucha gente, mucho brillo, mucha demostración atlética, poca tela, mucho gimnasio, y poco más.
Idioma: eso ni se sabe, por lo menos en este país. ¿Por qué? Pues por que aunque damos por sentado que cantan en español, no hay manera de entender lo que, se supone, que dicen.
Lo que me pasma y me deja patidifuso, pasmao, petrificado, alelao, y flágido es que se le dé tanta, tantísima importancia. Que haya personas a quienes les importa. Que casi abran los informativos con el tema. Que haya medios que se hagan los tontos diciendo que "este año tenemos posibilidades" cuando sabemos quien va a votar qué desde hace muchos años. Que se gasten millones en semejante farsa mal hecha y que haya gente que comulgue con ruedas de molino.
sábado, 1 de febrero de 2025
Doré
Una imagen que siempre me ha perturbado, muy lejos de las obras con el mismo tema de Picasso, decorativas, o, cuando menos, despojadas de historia, Doré nos muestra aquí la realidad social de una familia que asiste impotente y resignada a la muerte del hijo sin ayuda alguna. Y todo por divertir a una sociedad que ahora ni les mira.
Obra lamentablemente poco difundida ante la magnitud de la cantidad de maravillosos grabados del autor, pero que creo que vale la pena conocer y hasta dejarse llevar por la historia que nos cuenta, aunque ahora el arte ya no camine por estos senderos.
domingo, 26 de enero de 2025
Requisitos para un informativo televisivo.
Ante todo necesitamos repartir el tiempo en cien partes iguales y repartirlas de la siguiente manera:
75 a deportes de los que el 98 será fútbol.
0´2 a cultura en general con un plus de un 0´7 siete cuando se hable de algún acto patrocinado por la cadena en cuestión.
Quedan por tanto 25 más o menos, de las cuales:
8 a información internacional. Susceptibles de crecer hasta un 15 si las imágenes son sangrientas o espectaculares, tipo tsunami.
16 a información nacional que se estructurará tal que así:
1: el diputado Perico Pico Tronco ha dicho a la entrada del Congreso que "A la mar marea y a la Virgen cirios". Conectamos con nuestro/a corresponsal/la a las puertas de Congreso de Diputados. Adelante Maria de la Encarnación Perez-Gómez y Alvarez de Mondoñedo
2: Buenos días ( o lo que corresponda) hemos abordado al diputado D. Perico Pico Tronco y nos ha dicho que "A la mar marea y a la Virgen cirios" como vemos.
3: (Imagen de Perico Pico Tronco hablando) ""A la mar marea y a la Virgen cirios"
4: (ya en el estudio) Tras las palabras de don Perico Pico Tronco declarando que "A la mar marea y a la Virgen cirios" quedamos a la espera de las reacciones de los partidos. Gracias Maria de la Encarnación Perez-Gómez y Alvarez de Mondoñedo
La unidad de tiempo que queda se dedica a la información meteorológica con especial atención a las alarmas y destacando los horribles peligros del calor, el frío, las lluvias o las lluvias de estrellas que toquen. Salvo los viernes que se explaya en dar el estado de las estaciones de esquí.
Y así, queridos lectores, es como se hace un informativo sin que se haya informado de nada en serio, o sea, un informativo cualquiera.
miércoles, 22 de enero de 2025
Reflexiones de un viejo en pelotas 2: Calidad de vida.
lunes, 20 de enero de 2025
Requisitos y pasos para hacer una serie histórica "modelna"
miércoles, 15 de enero de 2025
Requisitos para hacer una serie de médicos made in USA
Aunque cada serie tiene rasgos peculiares (y dejando claro que soy un devoto devorador de este género habiendo visto desde "Centro medico"con el infalible Chad Everett de los setenta a "New Amsterdam" que creo es la más reciente, pasando por "Marcus Welby", otra americana que duró no sé cuantos años en USA, creo que era "Hospital general", la española "Hospital Central" etc) voy a repasar los elementos esenciales comunes (o casi comunes) a todas ellas.
Escenario: hospital a punto de ser cerrado o con grave crisis económica. Creo que esto es una baza para poder cancelarla en cualquier momento y darle así un cierto aire de aceleración a toda la serie.
Desencadenante: suele ser un medico, casi siempre varón, guapete e idealista que ,llega al hospital. Este personaje es fundamental pues es el casi protagonista (digo casi por que suelen ser series muy corales) y antagonista de
El médico guaperas: gallo del corral que es el caprichito de cualquier cosa con faldas que se pasee por la sala de urgencias y que tiene un pasado misterioso y vive atormentado pero sin parar de trajinarse a cuantas se dejen. Ojo, antagonista del anterior pero no enemigo.
El director/a: buena gente pero preocupado por la economía y encarna la autoridad-burocracia que limita las actuaciones de los gallitos para bien y para mal.
Una médica muy, muy, pero que muy atractiva que si es pediatra mucho mejor, pero psicóloga ya nos vale.
Una médica guapa pero borde como ella sola que debe ser cirujana
Una enfermera muy guapa, más que la médica, pero menos atractiva.
La jefa de enfermeras: imprescindible. Encarna el arquetipo que allí tienen de las enfermeras: opulenta, de mucho carácter y un pelín gruñona. Ah, condición innegociable es que sea de raza negra. Los demás papeles son indiferentes de que raza se sea pero este ha de ser de raza negra o no es una enfermera jefe como Dios manda y durará pocos capítulos en la serie. Guapetona y de las que si las ve un endocrino le da un esparavás.
Un cirujano estrella creído e insoportable, viene a ser lo más parecido al "malo" de la serie
Un psiquiatra, varón o mujer, compresivo, eficiente y con una familia lo más disfuncional posible.
Jóvenes inexpertos, valen para eso las figuras de los residentes, si son chico y chica, mejor.
Un celador al que acudir para lo que sea en plan comodín y que responde a dos tipos: grande y fortachón que nunca se sabe por donde va a salir y es amigo de la enfermera guapa. No liga nunca (es el único de la serie); menudo y graciosete.
A ver, ahora cosas a tener en cuenta:
-hay que olvidar por completo la lógica más elemental en casi todo. Dos ejemplos: los trasplantes no se hacen en urgencias y los servicios sociales ni acuden en unas pocas horas ni suelen funcionar, entre otras cosas por que, por lo que sé, no son una prioridad para la sociedad yanky
-tan imprescindible como que haya dos gallitos es que haya uno o varios marines, si no, la cosa no funciona.
-igualmente debe haber varios asiáticos. Si encima hacemos que uno sea marine ya tenemos papel perfecto para cierto actor que no sé como se llama pero que ha hecho el mismo papel en varias series.
Los pacientes también responden a cierta tipología.
-obseso por el trabajo, aquí hay que hablar en masculino o femenino, sin distinción.
-padre autoritario empeñado en que su hijo destaque en el deporte.
-madre maníaca obsesionada con la delgadez/belleza de su hija.
-padres jóvenes negacionistas de todo bien por principios bien por religión.
-muchos drogadictos a todas horas.
-hijos déspotas que tiranizan a los ancianos y dulces padres.
-padres mayores que chantajean emocionalmente a los hijos.
Con estos ingredientes empieza la acción. Se van liando unos con otros en un bucle infinito de parejas que se renuevan con los residentes y que oscilan de los ñaka ñaka ocasionales a boda. Las bodas funcionen bien tanto entre los del hospital como en los pacientes. Una novia patas arriba siempre da juego. Si se quiere dar el toque "modelno" se ponen una o varias parejas homosexuales vengan o no a cuente. Agítese y tendremos una serie de éxito a la manera "inequivocamente americana".
lunes, 13 de enero de 2025
Reflexiones de un viejo en pelotas 1
Por cierto: no soy el de la foto.
Podría ir de fino y poner el clásico y maravilloso “Viejo desnudo al sol” de
Mariano Fortuny (ver imagen), pero los viejos de la era de Fortuny poco o nada
tienen que ver con nosotros los viejos milenial o como cojones, sin perdón,
quieran llamarnos ahora.
miércoles, 8 de enero de 2025
Navidad 3: "¡Que bello es vivir!" o la psicopatía jaleada.
¡Que bonita! ¿Verdad? Hombre, sí, pero... ¿en serio hemos convertido esto en la película navideña por excelencia?
De entrada apesta a triunfalismo y autosatisfacción. Comprensible y aceptable, dado que se rodó en el 46 por los triunfadores de una recién acabada guerra, y nada menos que por dos combatientes: Capra y "el buenazo de Jimmy" como se le conoció años después, que, naturalmente debían estar encantados, primero de haber sobrevivido y segundo, de conocerse. Con Jimmy no voy a meterme sino a quitarme el sombrero como siempre. Una visión general de las obras de Capra califica sola al director así que tampoco voy a meterme con él, y conste que jamás criticaría su talento cinematográfico, sino la ideología que rezuma su trayectoria.
Hablemos de George Bailey. El buen hombre protagonista. Un buen hombre al que durante toda la trama sólo mueve un motivo: el odio a al señor Potter. ¿Odio? Bueno, en principio, sí. O, más bien, sí, pero.... Si nos quedáramos con el odio revanchista de la ofensa continuada a su padre, tendríamos a una mente débil incapaz de remontar y más que capaz de acumular un rencor reconcentrado focalizado en una sola persona. Un poco psicópata, diría yo. Sin embargo, George es mucho más. Básicamente es un cobarde con una buena excusa. A lo largo de 130 minutos vemos las sucesivas ocasiones en que está a punto de escapar de Bedfor Falls y como nunca lo consigue por hacer frente al malo malísimo. Curiosamente discapacitado, para acentuar más su maldad como amargado por la minusvalía, en realidad he leído que al soberbio actor Lionel Barrymore, Capra le suministraba drogas a granel para que soportara los tremendos dolores que tenía y que explican que tanto aquí como en "Vive como quieras", por ejemplo, sufra discapacidades. Eso es lo que he leído, como decía Cela: "A lo mejor ni es verdad". Lo cierto es que George no se va y usa al viejo Potter como excusa para no abandonar su nidito y verse a sí mismo como víctima, justificando así su frustración. Vamos: echándole la culpa al empedrado. El pobre no lo sabe, pero lo viene haciendo en cada acto: le regala la universidad a su hermano, renuncia a su luna de miel, apoyado por su esposa, etc. Al ver triunfar a los demás se frustra más y perpetúa su papel de buen chico.
Hablemos de su santa esposa, exquisita Donna Reed, que no duda en ofrecer ese viaje de luna de miel a cambio de una casa que él odia, pero que ella desea a toda costa, literalmente.
Sigamos con los otros secundarios:
La Santa Madre que, prácticamente, le empuja a los brazos de la chica ajena a los "sacrificios" de su primogénito.
El tío Billy, Thomas Mitchell como siempre magistral, un chisgarabís inconsciente y medio trastornado que no mira ni por donde va.
El hermanito que se aprovecha descaradamente de George y medra siempre a su costa con la única virtud de ser un cachas y pillar a una niña rica.
Violet, Gloria Graham siempre adorable, una chica supuestamente ligera de cascos que no se sabe que pinta en la historia salvo mostrarnos que sin la obra de George se hubiera dado a la mala vida.
Cinco hijos, cinco, como los seis hermosos toros, seis, insoportablemente incordiosos.
En suma que el único que no tiene ningún problema mental es Clarence y además es el único creíble en toda la historia.
lunes, 6 de enero de 2025
Navidad 2: Requisitos imprescindibles para una peli navideña televisiva 2024
A modo de "Refundación" de este ya veterano blog e intentando volver a sus orígenes tras una demasiado larga travesía del desierto y dejando atrás la etapa furibunda lo retomo hoy con ciertas orejeras para no ver lo que se nos mete por los ojos y tener una mirada un poco más amable, por así decirlo. Isabel Allende dijo o escribió alguna vez que ella empezaba sus novelas la noche del seis de enero, quizás sea una buena idea y no es que pretenda compararme, pero sí que me vale de excusa para elegir este día para reiniciar esta aventura, nada aventurera por otra parte. Lo hago con un estrambote de un tema que me es muy querido: Navidad.
Estas fiestas me he visto un montón de películas de terma navideño, algunas incluso aceptables, que sumándose al acervo de las que ya llevo vistas me permiten encontrar elementos imprescindibles para elaborar una para cualquier tarde de domingo de diciembre. Vamos a ello.
Elemento esencial sin el que resulta imposible construir un relato adecuado a los objetivos es un personaje que ha olvidado la Navidad. Desde luego el modelo a seguir es Mr. Scrooge del ínclito Don Charles, pero modernizado. Ha de ser un ejecutivo. Hasta no hace mucho sería elegido un varón de unos 40 mas menos dos arriba o abajo, recientemente resulta más vendible que sea una mujer de en torno a los 30 monísima de la muerte y vestida por los grandes modistos del mundo, arreglá pero informal con unos taconazos y que está demasiado ocupada trabajando como para que en su vida haya espacio para otra cosa, aparte de comprarse modelitos fuera del alcance de lo que se supone que cobra.
Segundo elemento no menos esencial es el personaje que adora la Navidad. Antes solía ser una amiga de la infancia o una ex-esposa del protagonista. Ahora es un megacachas con ropas en las que no cabe y de las que se desprende a la menor oportunidad. Escena inevitable es la que nos ofrece la visión del típico leñador de Alaska o por ahí arriba, en medio de la nieve cortando leña para la chimenea con el torso desnudo o con una liviana camiseta que permita la valoración muscular del machote. De profesión, sólo puede tener dos: o bien es el manitas del pueblo sin trabajo fijo pero que no para de arreglar cosas, o bien tiene un pequeño negocio, preferiblemente artesanal y entrañable.
Tercer elemento es el "malo", casi siempre un promotor inmobiliario a imagen y semejanza del Henry Potter de "De que bello es vivir" o del Sr. Burns, de los Simpson. Que quiere cargarse todo incluso el comercio del megacachas. A veces puede ser el jefe de la monísima de la muerte.
El escenario no es menos imprescindible, con sus personajes secundarios como un fondo de pantalla, para el desarrollo de la trama: Siempre es un pueblito idílico lleno de casas de madera decoradas en exceso, abetos altos y frondosos, siempre nevado, a pesar de lo cual el día de Navidad nieva sin fallar nunca. Ese pronóstico debe ser el sueño de los meteorólogos pues no admite error. En Navidad, nieva. Por cierto, en ese pueblito nadie tiene frío y tampoco hay pobres, todo lo más un jovencito guaperas y pseudomarginal que tiene encandiladita a la hermana/sobrina/prima de la monísima de la muerte.
Personajes secundarios que vienen a ser la urdimbre del tejido son:
-el gruñón amargado, preferiblemente por la ausencia de una esposa muerta o de un hijo. Si el hijo ausente es un soldado muerto en combate los guionistas se derriten y si encima vuelve de un modo inesperado el día de Navidad alcanzan el orgasmo.
-una familia ideal y perfectamente disfuncional compuesta por:
1-padre autoritario y amargado en peligro de perder el trabajo, si bebe, mejor.
2-la madre puede oscilar entre la amargada reprimida que tiene como objetivo amargar a todo lo que se menea en su entorno y la sufrida y sumisa madre entregada en cuerpo y alma a "salvar la familia" lo que en el metalenguaje de este tipo de películas quiere decir hacer tartas y pasteles para la iglesia y pavo asado para la Comida de Navidad.
3-abuelos, preferiblemente abuelas, muy sabios y dulces que dan consejos amables y que parecen no enterarse de nada.
El resto de los vecinos del lugar se pasan todo el metraje organizando actividades comunitarias. Especialmente cosas a beneficios de los pobres (que no salen) o de los niños del orfanato (que tampoco salen). Lo que resulta conmovedor es que con tanta actividad comunitaria no se maten a tiros y sean tontamente felices.
El elemento sobrenatural es un sine qua non. Eso sí, ha de ser mínimo, apenas una pincelada, y nada religioso, pero nada, nada. Digamos que lo más espiritual es el Papa Noel de Coca Cola.
En medio de todo esto aplicamos:
-el viejo esquema de chico encuentra chica etc.
-hay salvar la tienda y el trabajo del padre hitleriano
-el gruñón deja de gruñir, preferiblemente con el regreso del hijo de combate.
-el Sr. Potter de turno es vencido o convertido.
El final es inamovible: fiesta nocturna, nevando, al aire libre con todo el pueblo cantando.
Obtenidos estos elementos básicos ya se pueden remover al gusto y saldrá una película navideña.
Seguro que hay otros métodos, pero no son para ver los fines de semana en las tardes de diciembre.